ACTO PRIMERO
(Escena 1) La historia de Saúl
(Se encuentran Saúl y su criado recorriendo el desierto en busca de unas asnas, en la lejanía se encuentra Samuel subiendo al “lugar alto”. Además está el pueblo).
Narrador: Había un valeroso hombre de Benjamín llamado Cis, hijo de un Benjamita y tenía él un joven hijo llamado Saúl, que era el más hermoso entre los hijos de Israel. Cis, el padre, había encargado a Saúl, en compañía de su criado, que fuera en busca de unas asnas a las tierras de Benjamín y Zuf. Saúl fue al encuentro con el vidente, hombre de Dios, quien había recibido un día atrás la noticia del Señor la cual decía:
Dios: Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti un varón de la tierra de Benjamín, al cual ungirás por príncipe para salvar a mi pueblo Israel de las manos de los Filisteos, ¡porque yo he mirado a mi pueblo y su clamor ha llegado hasta mi!
(Samuel divisa a Saúl)
Dios: (Hablándole a Samuel) He aquí el varón del que te he hablado, este gobernará mi pueblo.
Saúl: (Dirigiéndose a Samuel) Te ruego me enseñes donde está la casa del vidente.
Samuel: (A Saúl con respeto) Yo soy el vidente. Dime ¿Para quién es toda la riqueza de mi pueblo si no es para ti, el rey de Israel?
Saúl: (Confundido) ¿No soy yo hijo de Benjamín una de las más pequeñas de las tribus de Israel? y ¿No es mi familia la más pequeña de toda la tribu de Benjamín?. Entonces ¿Por qué me has tratado de Rey?
(se suprime narrador)
(Todos los personajes se dirigen a tras bambalinas).
(Escena 2) Se suprime una parte y lo que viene pasa a ser de la 1era escena.
Samuel: (toma una redoma de aceite y la vacía por sobre la cabeza de Saúl , y lo besa). ¿No te ha ungido Jehová por sobre los demás para ser príncipe del pueblo de Israel? Hoy después de que te hayas apartado de mí, llegarás al collado de Dios, donde esta la guarnición de los Filisteos y cuando entres allá, en la ciudad, encontrarás a unos profetas, entonces el Espíritu Santo vendrá a ti con poder y profetizarás con ellos y serás mudado en otro hombre, desde ese momento Dios estará contigo. Luego bajarás delante de mí y yo descenderé a ti para ofrecer holocaustos y sacrificar ofrendas de paz. Espera siete días hasta que yo llegue para enseñarte lo que debes hacer. (Se aparta Saúl y se va tras bambalinas. Samuel se queda).
Narrador: Aconteció luego, que al volver Samuel la espalda, Dios mudó el corazón de Saúl y todas las señales dichas por Samuel sucedieron aquel día.
(Escena 3) Saúl es el elegido
(Está en escena el pueblo. Entran los tres profetas que comienzan a profesar, a lo que se les une Saúl).
Pueblo: (inquieto comienza a alzar la voz).
Personaje del pueblo 1: (Despectivo) ¿Saúl también entre los profetas?
Personaje del pueblo 2: ¿Y quién es el padre de ellos?
Samuel: (Serio) Así ha dicho Jehová, Dios de Israel, “Yo saqué a Israel de Egipto y los libré de la mano de ellos y de todos los reinos que los afligieron, pero ustedes han desechado hoy a su Dios que los guarda de todas las aflicciones y angustias y han dicho: ¡no!, sino pon rey sobre nosotros”. Ahora, preséntense ante el elegido de Jehová por tribus y similares.
(Salen todos de la escenografita tras bambalinas).
Narrador: Habiéndose presentado ya todas las familias ante Saúl, fue la tribu de Benjamín la elegida.
(Luego entran Samuel y Saúl al desierto).
Samuel: ¿Han visto a quién ha elegido Dios nuestro señor?
(Sale Samuel).
(Escena 4) Saúl derrota a los Amonitas
(Está en escena el pueblo)
Narrador: Al oír las palabras de los malos hombres de Jebes, que no querían salir en pos de Saúl y Samuel, el espíritu de Dios vino sobre él con poder y se encendió en ira tomando un par de bueyes que Saúl cortó en pedazos y envió por todo el territorio de Israel diciendo:
Saúl: “Así sucederá con él que no salga en pos de Saúl y en pos de Samuel”.
Narrador: Y cayó el temor de Jehová sobre el pueblo de Israel y salieron como un solo hombre, y los contó en Bezec; y fueron unos trescientos mil hijos de Israel y treinta mil hombres de Judá y con mensajeros mandaron a decir a los hombres de Jabes de Galaad: “mañana al calentar el sol, serán liberados”. Al día siguiente Saúl preparándose para la batalla dividió al pueblo en tres compañías, y Saúl libró al pueblo de Galaad y Samuel le dijo al pueblo:
Samuel: (Entusiasta) Vamos a Gilgal para que renovemos allí el reino.
Narrador: Y así todo el pueblo fue a Gilgal e invistieron a Saúl por rey delante de Jehová.
(Escena 5) Guerra contra los Filisteos
(El pueblo en escena).
Narrador: Había reinado Saúl dos años sobre su pueblo y escogió a tres mil hombres de Israel, de los cuales dos mil estaban con Saúl en Micmas y en el monte de Bet-El y mil estaban con Jonatán en Gabaa de Benjamín. Pero los Filisteos sobrepasaban igualmente a los hombres de Israel, de los cuales muchos cayeron en batalla. Al darse cuenta los israelitas de la situación y de que su ejército ya no daría una buena lucha, los soldados se escondieron en los resquicios que encontraron.
Esperó siete días Saúl en Gilgal, tiempo establecido anteriormente por Samuel, quién no llegó y provocó el impaciento de Saúl y sus hombres que comenzaron a dispersarse.
(Entra Saúl en medio del campamento y llega uno de sus soldados).
Soldado: (Respetuoso) Señor, muchos de nuestros hombres, los cuales tiemblan de miedo, nos han abandonado. ¿Qué haremos ahora?
Saúl: (Tono imperativo) ¡Traedme el Holocausto y las ofrendas de paz!
Soldado: (mutis).
(Entra Samuel)
Samuel: (Sorprendido) ¿Qué has hecho?
Saúl: (Afligido) Vi que el pueblo me abandonaba y que tu no venías dentro del plazo señalado y que los Filisteos estaban reunidos en Micmas, por lo que me dije “Ahora descenderán los Filisteos contra mí en Gilgal y yo no he implorado el favor de Jehová. Me esforcé y ofrecí el Holocausto.
Samuel: (Enojado) Has desobedecido, ignorando un mandamiento de Jehová, tu Dios, él que te había ordenado. Porque Jehová hubiese confirmado tu reino de Israel para siempre, que ahora no perdurará. El Señor, tu Dios ha buscado un hombre según su corazón y ha nombrado a este jefe de su pueblo.
(Saúl abandona la escena. Los sigue Samuel).
(Escena 6) Agag pide piedad
(Pueblo en escena. También Saúl, que se mantiene al margen de la situación hasta que le habla Agag).
Narrador: Aconteció un día que Jonatán, hijo de Saúl dijo a su criado que le traía las armas
(Entran Jonatán y su criado).
Jonatán: (Hablándole al criado) Ven, y pasemos a la guarnición de los Filisteos que está a aquel lado, puede que Dios nos ayude.
(Caminan hacia el otro lado del desierto en donde se encontrarán con un ejercito de 5 soldados los cuales irán saliendo de a uno y serán derrotados, primero por Jonatán y luego por su escudero. SE ALARGA).
Narrador: Al primer ataque Jonatán y su escudero mataron veinte soldados, entonces el pánico, enviado por Dios, se fue apoderando del ejército Filisteo. Luego de esto Saúl y todos sus hombres se juntaron y lucharon juntos en contra de los Filisteos. Encontraron al ejército Filisteo en la más completa confusión, golpeándose entre ellos unos a otros con sus espadas. Cuando los Israelitas, que se habían escondido en los resquicios, escucharon que sus compañeros estaban ganando la batalla, salieron de sus guaridas y se unieron a ella. Así el Señor salvó a Israel ese día.
(Entra Samuel).
Samuel: Así dice el Señor de los ejércitos: “Castigaré a los Amalecitas por lo que le hicieron al pueblo de Israel cuando le cerraron el camino en su salida a Egipto. ¡Ahora ve y ataca a los Amalecitas y destruye absolutamente todo cuanto a ellos les pertenezca! y no perdones, pues ellos no supieron perdonar.
Narrador: Saúl y su ejército mataron a cuanto soldado y opositor del pueblo Amalecita encontraran, hasta que llegó Agag, rey de los Amalecitas.
(Agag entra).
Agag: (Desesperado le habla ha Saúl) ¡Por favor, no me mates, te daré lo que pidas! ¿Quieres oro? Tengo mucho oro ¿Quieres ofrendas para tu señor? ¡Pues tengo muchas también! pero por favor, por lo que mas quieras ¡ten piedad de mi!
Saúl: (mutis).
(Agag se retira expresando felicidad. Pausa. Salen todos de la escena quedando sólo el pueblo).
Narrador: A pesar de la desobediencia que ya llevaba Saúl dejando con vida al rey Agag, no bastando con esto también dejó vivo al ganado que estuviera en mejores condiciones y en cambio exterminaron lo que no valía nada.
(Sale el pueblo)
(Escena 7) Arrepentimiento del Señor
(Entra al desierto Samuel muy pensativo y en ese momento le habla el Señor).
Dios: Estoy apenado por haber nombrado rey a Saúl, porque no ha seguido mis instrucciones y me ha dado la espalda.
(Samuel sale de escena).
(Escena 8) Muerte de Agag
(Se encuentran en escena Saúl y el pueblo)
Narrador: Al otro día en la mañana Samuel se levantó y fue al encuentro con Saúl, pero le dijeron que éste se había marchado a Carmel, donde ha levantado un monumento, ha vuelto y ha bajado a Gilgal.
(Samuel llega desde el otro extremo del desierto donde se encuentra con Saúl).
Saúl: (Orgulloso) He seguido todas las instrucciones del Señor.
Samuel: (Sarcástico) ¿Y que son esos mugidos que siento y esos balidos que escucho? (Serio) ¡Haz rechazado la palabra del Señor y el Señor te rechaza como rey de Israel!
(Samuel se da la vuelta para marcharse y Saúl lo toma por la esquina del manto, la cual sede y se desgarra).
Samuel: El señor te arranca hoy del reino y se lo entrega a otro más digno que tú. El rey de Israel debe ser un hombre valiente, que no miente ni se arrepiente, porque no es un hombre que cambia de parecer.
Narrador: Y Samuel mató a Agag ante el Señor en Gilgal.
(Samuel degolla a Agag quién se encontraba sentado cerca de ese lugar. Se retiran mientras Agag queda tirado “muerto”).
Narrador: Samuel no volvió a ver a Saúl mientras vivió. Pero hizo duelo por él, porque el Señor se había arrepentido de haber hecho a Saúl rey de Israel. Samuel sigue en la búsqueda del rey de Israel.
ACTO SEGUNDO
(Escena 1) Samuel enviado a Belén.
(Están en escena Isaí, Samá, Eliab, Adinabad y los otros cuatro hijos de Isaí, más las dos ancianas, que están entre el pueblo. Entra a escena Samuel).
Narrador: Envió Dios al profeta Samuel a Belén para ungir al futuro rey de Israel, quien fue a visitar a Isaí y a los hijos.
Samuel: (Temeroso) ¿Cómo iré? Si Saúl llegara a saberlo, me mataría.
Narrador: Mas el Señor le responde.
Dios: Di que has venido a ofrecer sacrificio a Jehová.
(Dos ancianas se dirigen a Samuel para preguntar la razón de su venida).
Anciana 1: (A Samuel) ¿Qué hace un profeta aquí en Belén?
Anciana 2: (A Samuel) ¿Cuál es el motivo de tu venida, Samuel?
Samuel: (Animoso hacía las ancianas) ¡Vengan conmigo al sacrificio! (Ahora hablándoles además a los hijos de Isaí) ¡Ustedes también acompáñenme!
(A Isaí los siguen sus hijos).
Samuel: ¿Es éste es el hombre que el Señor ha escogido como rey?
Dios: No te fijes en su apariencia, ni en su elevada estatura, pues Yo lo he rechazado. No se trata de lo que el hombre ve porque sólo se fija en las apariencias, en cambio yo me fijo en el corazón
Isaí: (Presuroso) Abinadab, hijo mío ven aquí.
(Entra Abinadab).
Samuel: Tampoco es este quién ha escogido el Señor.
Isaí: (Le hace un gesto con la mano a Samá)
(Samá se acerca).
Samuel: (Mira a Samá y niega con la cabeza).
Isaí: (Mueve su brazo indicando a cada uno de sus hijos) He aquí todos mis hijos, siervos del Señor.
Samuel: A ninguno de estos, el Señor, mi Dios, ha escogido. (Mirando a Isaí) ¿No tienes más hijos?
Isaí: (Extrañado) Falta el más pequeño, que es el que cuida los rebaños.
Samuel: (Tono imperativo) Ve en su búsqueda, porque no comenzaremos la ceremonia antes de que él llegue.
(Isaí le habla a Samá al oído, éste va a tras bambalinas y entra David).
Narrador: Y el chico era de piel sonrosada, agradable y de buen parecer. Entonces el Señor dijo a Samuel:
Dios: (Tono imperativo) Éste es, así que levántate y conságralo como rey.
(El pueblo se asombra. Samuel, tomando el recipiente del aceite, lo unge)
Narrador: Y en presencia de sus hermanos y padre Samuel consagró al joven Rey, que se llamaba David. Y a partir de ese momento, el Espíritu de Dios se apoderó de él.
(Samuel se despide y se marcha. Salen todos de escena siguiendo a Samuel).
(Escena 2) Héroe nacional
Narrador: Los Filisteos juntaron sus ejércitos para la guerra con los Israelitas, en Soco. Estaban separados por un valle, posicionados ambos bandos en dos montes. De entre las filas de los Filisteos salió un guerrero alto y fornido llamado Goliat quién alardeaba ante los Israelitas diciendo:
Goliat: (Arrogante) ¿Para qué pelean? Como ustedes están al servicio de Saúl, elijan a alguien para que baje a luchar contra mí. Si este es capaz de vencerme, nosotros, los Filisteos, seremos sus esclavos. Si sucede lo contrario, ustedes serán esclavos nuestros. ¡Denme un hombre que luche conmigo! (*)MÚSICA DE PELÍCULA 300
Narrador: Al oír Saúl y su ejército las palabras de Goliat, perdieron el ánimo y se llenaron de miedo. El gran Filisteo desafió al ejército de Saúl durante cuarenta días. Hasta que lo oyó David y este acudió a Saúl.
(Escena 3) David acude a Saúl
(En escena David, que lleva consigo una honda, y Saúl en el palacio).
David: (A Saúl proclamando, camina hasta el palacio) Nadie debe desanimarse por culpa de ese Filisteo, porque yo iré a pelear con él.
Saúl: (Le responde a Davis a manera de sermón) No puedes ir tu solo contra ese Filisteo, porque aún eres muy joven.
David: (Continua en posición de luchador) Yo fui quién defendió a mis ovejas cuando a estas las aquejaban las bestias. Y es así también como acabaré con ese Filisteo, en defensa del Dios viviente, porque ha desafiado al ejército.
Saúl: (Rendido frente a David) Entonces anda, y que Dios, mi Señor, te acompañe.
(David toma su bastón y cinco piedras. Sale de escena. Luego Saúl).
(Escena 4) David lucha contra Goliat
(Goliat ya se encuentra en la escena. Entra David y se aproxima a Goliat, quien larga una mirada irónica hacia este último).
Goliat: (Burlesco) ¿Acaso soy un perro, para que vengas a atacarme con palos? ¡Ven aquí, que voy a dar tu carne como alimento a las aves y a las fieras!
David: (Confiado) Tu vienes aquí con espada, lanza y jabalina, pero yo voy contra ti en nombre del Señor todopoderoso, el Dios de Israel pueblo al cual tu haz desafiado. (Pausa) Hoy mismo te mataré y daré tu cabeza a las aves del cielo. Ésta es batalla del Señor, y Él se encargará de todo.
(Goliat se levanta y sale al encuentro de David quedando ambos frente a frente, manteniendo la distancia. David saca una piedra de su bolsa, arrojándola con ayuda de su honda a la frente del Filisteo quien queda herido de muerte quien se desploma en el suelo. (Pausa) Luego David se aproxima y desenvaina la espada de su enemigo hundiéndosela en el abdomen.
David: (Vencedor) ¡He aquí la prueba de que te he derrotado, arrogante Filisteo! ¡Que el nombre de Jehová sea exaltado, porque esta es su victoria!
(Los personajes presentes celebran por la victoria de David. Todos vuelven al palacio).
Saúl: (Intrigado) Dime, muchacho, ¿de quién eres hijo?
David: (Humilde) Yo soy hijo de Isaí, él de Belén, (haciendo reverencia) servidor de su majestad.
(Escena 5) Envidia y conflicto de Saúl
(Saúl se encuentra en su palacio. El pueblo celebra a la entrada del palacio).
Narrador: Cuando regresaron después que David mató al Filisteo, de todas las ciudades salieron mujeres a recibir al rey Saúl cantando y bailando alegremente con panderos y platillos. Y mientras cantaban y bailaban las mujeres repetían:
(Entran las concubinas danzando)
Concubinas: (Cantando) Mil hombres mató Saúl, y diez mil mató David.
Saúl: (Envidioso hablándole a las concubinas) A David le atribuyen la muerte de diez mil hombres, y a mí únicamente la de mil. (Enojado) ¡Ya sólo falta que lo hagan rey!
(Salen las concubinas de la escena. Sólo queda Saúl).
Narrador: A partir de entonces, Saúl miraba a David con recelo. Al día siguiente un espíritu maligno mandado por Dios se apoderó de Saúl
Saúl: (moviéndose como loco por todos lados en su palacio).
(Aparece David tocando el arpa).
Saúl: (Toma la lanza y baja rápidamente para alcanzar a David).
David: (Esquiva a Saúl en dos oportunidades). ¿Qué haces?
Saúl: (Recomponiéndose) Te daré a mi hija mayor, Merab, con la condición que pelees siempre las batallas del Señor.
David: (En silencio piensa).
Saúl: (A modo de suplica). ¡Hasta en las peores circunstancias Jehová está contigo!
David: (Humilde) Nada soy yo, ni nada son mis familiares en Israel, para que yo sea yerno del Rey.
Saúl: (Desesperado) Si no quieres a Merab, te entrego a Mical, mi hija menor, como esposa.
David: (Satisfecho) Está bien acepto.
Saúl: (Categórico) Ahora que eres comandante de batallón, es tu misión matar a 100 Filisteos.
(Salen todos de escena exceptuando el pueblo).
Narrador: Con esto Saúl pensaba que no sería necesario ensuciarse las manos con la muerte de David, sino que de ello se encargarían los Filisteos. No obstante David mató a otros 100 Filisteos de los que le había pedido Saúl. Y así David contrajo matrimonio con la hija del rey, y Saúl, le temió aún más.
(Escena 6) Saúl ordena la muerte de David
(Están en escena Saúl, Jonatán y el pueblo).
Narrador: Saúl ordena a todos sus oficiales y a su propio hijo, Jonatán que matasen a David.
Jonatán: No debería cometer ningún mal contra su siervo David, su majestad, porque él no le ha hecho ningún mal. Fue él quien mató al Filisteo Goliat y gracias a él, el Señor libró por completo a Israel. ¿Cuáles serían los motivos de su muerte?
Saúl: Juro por el Señor que David no morirá.
(Salen Saúl y su hijo de la escena).
Narrador: Jonatán, que quería mucho a David le informó, a espaldas del Rey, de los planes de éste, y también le pide que se esconda. Luego de ocurrida otra batalla contra los Filisteos, el espíritu maligno de Saúl lo atormentó nuevamente y tomando su lanza intenta clavársela a David, quién la esquiva y logra salir ileso. Aquella misma noche David huye con la advertencia de lo que le acontecería a la mañana siguiente.
(Salen Jonatán y Saúl)
ACTO TERCERO
(Escena 1) Nacimiento de Salomón
(En escena el pueblo. David y Betsabé en el palacio).
Narrador: Después de pasado el tiempo de las grandes hazañas de David, Betsabé, esposa de Urías Heteo, dio a luz a un hijo, quien por consecuencia del gran pecado de David, no sobrevivió por la voluntad de Dios.
David: (Triste) Ayuné y lloré en vano por mi hijo, porque Jehová se lo ha llevado de todas formas. (Pausa) Ahora, ¿qué objeto tiene que ayune, si no hay nada que lo devuelva a la vida? (Con rabia) ¡Yo iré a reunirme con él, pero él no volverá a reunirse conmigo!
Betsabé: (Sollozando) Aunque sea nefasta esta situación, es de Jehová, tu Señor, la voluntad de todas las cosas.
Narrador: David visitó a Betsabé, su mujer y se unió con ella, y ella dio a luz un hijo al que David llamó Salomón. El Señor amó a este niño, y así se lo hizo saber a David por medio del profeta Natán. David entonces, en atención al Señor, llamó al niño Jedidías, que quiere decir: Amado por Jehová.
(Salen David y Betsabé)
(Escena 2) Adonías se proclama Rey
(Se encuentran en escena Adonías, Natán, Benaías y el pueblo).
Adonías: (Engreído dirigiéndose al pueblo) ¡Yo reinaré en el trono de mi padre!, síganme pues hoy mismo arrebatare el poder de Israel.
(Sale Adonías y tres personas del pueblo lo siguen).
Natán: (Enojado) Yo no seguiré a este patán. (Pausa) Sus intenciones no son agradables a los ojos de mi Dios.
(Entra Betsabé)
Natán: (Misterioso) Mujer debo revelarte las verdaderas intenciones de Adonías, quien ya se ha proclamado Rey desplazando a David. Te aconsejo que hables con él, para que haga válido lo que él te ha prometido: (levantando la voz) proclamar Rey a tu hijo Salomón.
(Mutis Natán y Betsabé).
Narrador: Fue entonces, Betsabé, delante del Rey con gran aflicción, angustia e incertidumbre a preguntarle si es que éste había olvidado su promesa.
El rey reaccionó exaltado, ante la noticia, ya que para él ,las intenciones de Adonías, también eran desconocidas. Y así le dijo David a Betsabé:
(Entra David junto a Betsabé, seguidos por Benaías).
David: ¡Viva Jehová!, mi Dios, quien me ha librado de mis angustias, y a ti te digo Betsabé, que tu hijo Salomón reinará en mi lugar, y el se sentará sobre mi trono, y tu Benaías ven aquí.
Benaías: (sumiso) Heme aquí mi señor, ¿que desea de mí?
David: (Tono imperativo) Vayan y hagan montar a Salomón mi propia mula, y bájenle en Guijón, hagan un gran alboroto de modo que todos se den cuenta que él es mi hijo y a quien yo dejo como el verdadero sucesor de mi trono. (Entusiasta) Allí haz que el sacerdote Sadoq y el profeta Natán le unjan como Rey, toquen el cuerno y griten: ¡viva el rey Salomón!
Narrador: Y así fue coronado Salomón como el nuevo Rey. El pueblo le siguió con aplausos y demostraciones de felicidad tocando flautas.
(Entra Adonías y las tres personas que lo siguieron)
Adonías: (Intrigado) ¿Por qué la ciudad esta tan alborotada? ¿Por qué se escuchan tantos ruidos?
(Entra ahora Jonatán).
Jonatán: (observa fijamente a Adonías)
Adonías: (con su mano le pide a Jonatán que se acerque) Ven. Como sé que eres hombre valeroso supongo traerás buenas noticias.
Jonatán: (Negando) Todo lo contrario. Nuestro señor Rey David ha proclamado como nuevo Rey a Salomón. El sacerdote Sadoq y el profeta Natán le han ungido en Guijón.
Adonías: (Decepcionado) Entonces, he de suponer que por éste motivo la ciudad está tan alborotada.
(Los tres pueblerinos, seguidores de Adonías mutis en silencio y con la cabeza gacha)
Salomón: (Dirigiéndose a Adonías con respeto) Te perdono, hermano mío, pero vete a casa. (Ambos se abrazan)
(Salen todos de la escena exceptuando al pueblo).
(Escena 3) El sueño de Salomón
(Entra Salomón. Está sólo en la escena).
Salomón: (hablando hacia el cielo) Yaveh, tu sabes que yo te amo de sobremanera, y seguiré los preceptos que David, mi padre, me enseñó. Te ofrezco sacrificios mi Dios, porque tú eres lo más importante en mi vida. (Comienza a quemar incienso. No puede distinguir en que lugar se encuentra, camina observando a su alrededor buscando algo. Dice confundido) Dios, ¿Donde estoy? ¿Qué hago aquí?
Dios: Salomón, hoy puedes pedirme algo. Pídeme lo que quieras.
Salomón: (Humilde) Tú has tenido gran amor a tu siervo David, mi padre, porque él ha caminado en tu presencia con fidelidad, justicia y rectitud de corazón. Concede, pues, a tu siervo un corazón que entienda para juzgar.
Dios: (Confundido y estridente) Salomón, ¿Por qué has pedido eso en vez de pedir para ti una larga vida, riquezas o venganzas? (Respetuoso) A pesar de ello, cumplo con tu ruego y te entrego un corazón culto e inteligente como no lo hubo antes de ti ni lo habrá después.
Salomón: (Agradecido) Gracias Dios, ofreceré sacrificios en tu nombre y seré el hombre más sabio gracias a ti, y la enorme sabiduría que me has brindado. (Se recuesta cerrando sus ojos. Permanece unos segundos en esa posición. Hace señal de despertarse de un gran sueño. Se levanta y dice sorprendido) Todo ha sido un sueño, un gran sueño donde mi Señor me ha entregado sabiduría para encaminar a mi pueblo.
(Escena 4) La sabiduría de Salomón
(Salomón se encuentra sentado en su trono. Un sirviente se acerca y se dirige a al rey).
Sirviente: (haciendo una venia) Señor, dos mujeres piden verle. Han oído de su inmensa sabiduría y desean entrevistarle.
Salomón: Has que pasen.
(Entran las dos mujeres)
¿Qué asunto, hijas de Israel, puede ser de tanta urgencia que deban acudir a mí?
Mujer 1: (afligida) ¡Oh, señor mío! Esta mujer y yo, morábamos en la misma casa. Yo di a luz estando ella conmigo. A los tres días de mi parto, también ésta mujer tuvo un hijo ¡Al cual mató! ¡Ella lo mató! ¡Se acostó sobre él y lo asfixió! Por la noche, me arrebató a mi hijo de mis brazos y en su lugar puso al suyo en mi lecho, y éste, al despertarme, yacía muerto.
Mujer 2: ¡No! ¡Tu hijo es quien yacía muerto en tu lecho, no el mío!
Mujer 1: ¡Mientes! ¡Es el tuyo!
Salomón: Esta mujer dice: “mi hijo es el que vive y tu hijo está muerto”, mientras que la otra dice lo contrario. (Con calma ordena). Denme una espada y partiré por el medio al niño que está vivo. Así cada una se quedará con una mitad.
Mujer 1: ¡Oh, señor! ¡Dale a esta mujer el niño vivo, pero no lo mates!
Mujer 2: ¡No! ¡Ni para ti no para mí! ¡Que lo partan!
Salomón: Traigan al niño y dénselo a esta mujer (señala a Madre 1). Ella es su madre.
Narrador: Se supo esta definición en toda la ciudad y se convencieron de la justicia divina con la que su Rey había sido dotado para decidir. Siendo entonces Salomón uno de los reyes más sabios en toda la historia de Israel.-
ACTO CUARTO
(Escena 1) Profecía de Isaías
(Entra Isaías. Camina entre el pueblo)
Narrador: Isaías nació en Jerusalén en el año 765, era un hombre de clase alta y gran cultura. Pero fue el gran don de su palabra lo que lo convirtió en profeta.
Un día Isaías iba caminando y vio algo que cambio su vida.
Isaías: (Confundido) ¡Oh¡ ¿pero que es lo que estoy viendo? (toca sus ojos y los limpia) ¿acaso no estoy observando al mismo Dios sentado en un trono?
Dios: ¿A quién enviaré? ¿Quién ira por mí?
Isaías: (Humilde) Heme aquí, envíame a mí.
Dios: Así haré, pero ten presente que teniendo oídos, no querrán escuchar.
Narrador: Y así comenzó Isaías su misión de profeta, transmitiendo los mensajes de Dios. Pidiendo a todos los israelitas que apartaran de su vida el pecado e iniciaran así una nueva vida.
Isaías: (Hacia el público y al pueblo a la vez) ¡Pueblo de Israel! ¡Escuchen atentamente! El Señor, Todopoderoso se ha manifestado en mí y anuncia la venida de nuestro Salvador. En quien mi alma se complace y he puesto mi espíritu. ¡Él dictará las leyes a las naciones!
FIN
2 Profetas:
Agreguen las modificaciones, por favor.
me gusto muchoo el blog, esta buenisimo =p , indudablement se nota que el blog esta hecho por ti dani y panzer,bueno espero que mañana salga mejor el ensayo xD deberia ser asi.. esop bye!
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